“Se levanta el
viento…ahora hay que intentar vivir”
-Valery, Paul-
Hoy tuve el privilegio de ver la última película del maestro
Hayao Miyasaki intitulada El Viento se
Levanta y después de pensar mucho tiempo el como abordaría la película en este
blog, sobretodo después de tanto no escribir, no he podido hacerme una clara idea
después de ver la magnificencia de los trazos y la historia de dicha película, así
que daré comienzo.
El Viento se Levanta es la última gran obra del maestro
Miyasaki, en esta película cuenta la historia de un joven de nombre Jiro
Horikoshi el cual ama los aviones, pero al ser corto de vista no puede
pilotearlos, al leer una revista inglesa de aviones y los avances en la
ingeniería aeronáutica y después de un sueño compartido con el ingeniero
aeronáutico Giovanni Caproni Jiro decide convertirse en un ingeniero
aeronáutico igual que Caproni.
En las escenas siguientes el niño Jiro, ahora convertido
en un joven universitario, viaja en tren a Tokio, este decide salir del vagón
para leer
un libro y el destino disfrazado de viento le vuela el sombrero,
siendo este atrapado por una bella joven de nombre Nahoko Satomi la cual le
dice la primera parte del lema de la película “se levanta el viento” a lo que
Jiro responde con una sonrisa y completando la estrofa del poema de Paul Valery
“ahora hay que intentar vivir”; es el
mismo destino que los une, el que crea la desgracia del terremoto de 1923, al
descarrilarse el tren a causa del terremoto, Jiro lleva en su espalda a la dama
de compañía de la Nahoko, dejándola cerca de un templo shinto, mientras Nahoko
y Jiro van a buscar ayuda con la familia de ella, cuando por fin la dama de
compañía es ayudada por otros sirvientes de la familia Satomi que
piden su
nombre para agradecerle, pero Jiro se va sin decir nada y dejando sus posiciones
como la regla de calculo que uso para entablillar la pierna de la dama de
compañía de Nahoko. Dos años después la dama de compañía le deja la regla de
cálculo su camisa y dos sobres dentro de un paquete en la universidad
marchándose sin decir nada y sin aparecer de nuevo, en la misma secuencia vemos
como Jiro esperando ver a Nahoko de nuevo, este llega a su apartamento donde le dicen
que lo espera una señorita, sin embargo es su hermana menor que sueña con ser
médico, a la que le cuenta sobre lo sucedido dos años antes.
Posterior a su graduación Jiro entra a trabajar a
Mitsubishi como diseñador de aviones durante la gran depresión de 1929,
viviendo así el declive del imperio japonés antes de la segunda guerra mundial.
Durante su carrera como ingeniero aeronáutico Jiro viaja
alrededor del mundo y tiene varios
encuentros con Caproni, en uno de los cuales le revela que los artistas y los
ingenieros solo brillan diez años bajo el sol.
A su regreso del viaje Jiro se hospeda en un lujoso hotel
donde rescata la sombrilla de una jovencita y conoce al señor Satomi, Jiro al
desconocer el nombre de la chica del tren no reconoce a la joven dueña de la
sombrilla, sin embargo ella lo recuerda, el destino de nuevo los une en un bonito manantial artificial al fondo de la arboleda del hotel (que nos recuerda al Locus amoenus tan recurrente en las peliculas de Miyazaki especialmente en La Princesa Mononoke), durante la
estancia en este hotel conoce a un alemán enemigo del gobierno de Hitler que le
revela que un amigo mutuo esta en problemas en Alemania sin más trascendencia el
comentario pasaría desapercibido ante el enamoramiento que se desarrolla entre Jiro y Nahoko hasta el punto de pensar en casarse apesar de la revelación de Nahoko de su
contagio de tuberculosis al cuidar de su difunta madre.
Al regresar a Tokio Jiro es buscado por el servicio
secreto de Japón pues su relación con el ingeniero aleman y su amistad con el aleman del hotel, así es
como comienza un periodo donde se esconde ayudado por los dueños de Mitsubishi,
solo un telegrama de el señor Satomi hace que salga de su escondite pues Nahoko
tuvo un sangrado pulmonar y necesita de él, ambos se encuentran y deciden
esforzarse para casarse pronto, ella decide ir a un hospital en las montañas
donde no dura mucho y va a buscar a Jiro, donde se casan en la casa del
presidente de Mitsubishi, en dicha casa vivirán un tiempo y recibirán las
visitas de la hermana de Jirio ya como doctora,
sin embargo al sentir que sus días terminan Nahoko decide ir al hospital
dejando tres sobres en una mesa, uno para Jiro, otro para su hermana y el
ultimo para los dueños de la casa; mientras ella escapa Jiro ve volar por fin a
su avión presintiendo que algo había pasado en casa se desconcentra.
Las últimas escenas son de la caída de Japón al final de la Segunda Guerra Mundial y el ultimo sueño que tiene Jiro con Caproni el cual le muestra a Nahoko joven y fuerte que le grita “Cariño el viento se levantó ahora tienes que vivir”
Es pues una película fantástica digna de verse una y mil
veces en el cine y en casa, con los amigos, la pareja o solos, Miyasaki se
superó así mismo con esta gran obra,
tiene magnificas ilustraciones y una linealidad de dibujo sin error alguno, la
música es simplemente grandiosa pues en la narrativa de la película cuenta la historia entrelazada de
Jiro, Japón y Nahoko.
Lo que es por demas necesario resaltar es que esta ha sido la primera película de
Lo que es por demas necesario resaltar es que esta ha sido la primera película de
Miyasaki que es cien por ciento realista y distingue entre los sueños y la
realidad, la segunda película de Ghibli en abordar la Segunda Guerra Mundial
pero con la diferencia de la perspectiva totalmente diferente de un ingeniero
que solo quiere diseñar aviones.
Es sin lugar a dudas la mejor despedida que el maestro Miyasaki
nos pudo haber dado.