jueves, 29 de octubre de 2015

La épica



En el presente abordaré el estudio  del personaje del héroe en la literatura épica, para ejemplificar el análisis se tomara como ejemplo un texto de la literatura medieval española.
En primera instancia debemos definir que es o a que refiere la épica
La épica narra las hazañas bélicas de un héroe, dicho héroe por lo general tiene un origen divino, en el caso de la épica medieval española  es un héroe de origen noble, y gracias a dicho origen cumple ciertas tareas que le son impuestas para recuperar el honor y la honra que perdió a causa de un “error fatal” o a causa de los vituperios de alguna persona ante su señor o su rey, en algunos casos, como el germano o el de los héroes clásicos, dicho error fatal o vituperios son causados por mujeres, en dichos casos el héroe también tiene la ayuda de la naturaleza o de los dioses, como es el caso de Beowulf o Heracles.
Dice Francisco Estrada [1]
La poesía épica narra el curso de una acción propia de un héroe, y eso ha ocurrido en muy diversos lugares y tiempos; el nombre de “epopeya” sirve para designar el conjunto de estas obras y cada una de ellos de una manera general...
… El héroe realiza la acción heroica, y la literatura expresa la admiración del público creando una poesía de acción y aventuras de valientes empresas y nobles ejemplos
Es indudable el hecho de que la épica exista desde que los primeros hombres cantaron sus hazañas, pues esta representa una necesidad real del espíritu humano[2] , la épica la divide López Estrada en Poesía épica y Poesía épica Culta, y es el caso de la poesía épica, el que más nos interesa, pues esta se encuentra más cercano al origen primigenio de los valores de la sociedad que la engendro, diferente a la poesía épica culta que es escrita y adornada según los autores pensaban era la cultura que desean representar.
Un hecho fundamental para la épica es que surgieron como cantos, y no como escritos, en el caso de la Poesía épica medieval era cantado por juglares, y esta poesía trataba principalmente de batallas y peleas entre nobles por lo que tomo el nombre de “Cantares de Gesta”[3] .
El aspecto social es también de gran importancia para los efectos de este trabajo pues la épica es el espejo del sistema moral primigenio de una sociedad. Al respecto López estrada nos comenta
Siempre ignoraremos la relación entre un hecho acontecido en la vida de una comunidad, que resultase de condición propia para formar una leyenda, y cuando esta comenzó a aparecer. Si el hecho fue de los que vivieron como argumento del poema épico, cabe la duda de si el poema tuvo su origen en el hecho mismo o la versión que del mismo estableció la leyenda oral o en una versión escrita más o menos cercana a los sucesos. Las leyendas constituyen un patrimonio de las colectividades, y como se conservan entre las gentes es muy difícil de precisar…[4]
Como se dijo repetidas veces en clase de literatura medieval española “El héroe épico es la representación de una cultura, su forma de ser y su cosmovisión”[5]
Para concluir esta parte, la épica es la aspiración más alta de un pueblo en su esencia más primitiva y originaria; su aspiración primigenia de valentía, honor y justicia; de superación de los obstáculos y como vencer las pasiones, todo en conjunto en las aventuras bélicas de un héroe, y en el mismo héroe.
Poesía épica en lengua romance y cantares de gesta.
La poesía épica en lengua romance es un término que según López Estrada[6] embona mejor con las características de la épica medieval.
Los cantares de gesta se originaron a causa de la difusión de los juglares que cantaban gestas, (relatos de acción), nuevas (noticias), cantares (canciones o poemas recitados por los juglares con música), así pues al ser interpretados musicalmente y para distinguirlos de otros tipos de cantares, como los mencionados, se les llamo cantares de gesta[7].
Las características más relevantes de los cantares de gesta o poemas épicos de la literatura medieval española, son su construcción en el ámbito estético, y la construcción de los personajes per se, en este ámbito se aclara el sentido de que ninguno tiene cualidades sobre humanas-divinas o es ayudado por entes naturales o mágicos.
Veamos lo que nos dice López Estrada:
Son poemas extensos, de curso narrativo, dispuestos en versos aniso silábicos, cerrados con rima asonante. La materia del contenido de los poemas son agrupamientos en los que personajes nobles, por motivos de su condición, en un  lugar y tiempos establecidos, realizan hechos referentes a guerras, combates contra enemigos diversos, casos tocan la vida social o familiar del héroe central de la obra.[8]
Lo interesante en este texto es la mención de la rima asonántica, pues es una característica clave de la época, en muchos textos se puede ver este sistema de rima, otra característica de los cantares de gesta y la épica medieval española, es el hecho de tener hemistiquio que divide el verso en dos, se puede observar en los siguientes ejemplos  al igual que la rima asonántica.

Fragmento de Los infantes de Lara
-“Ruégo vos, don Rodrigo, que vos pese de mi male
Pesevos de mi dolor, de vuestra deshonra grande
Que vuestros sobrinos nos han fecho tan male”…
-“Non curedes, doña Lambra non tomedes mas pesare
Que si yo vivo e no muero, yo vos vengare
E darvos he tal derecho de que todo el mundo fable”[9]
Fragmento del Poema del Mio Cid:
Mio Cid Roy Díaz,         por Burgos entróve,
En sue compaña           sessaenta Pendones;
Exien lo ver           mugieres e varones,
Burgeses,              por las finiestras sone,
Polorando de los ojos,  tanto avien el dolore.
De las sus bocas          todos dizian una razóne:
“Dios, que buen vassallo,     si oviesse buen señore!”[10]

En ambos fragmentos se puede observar  el hemistiquio y la rima asonántica, en el primer fragmento, Los infantes de Lara se observa una rima asonántica “á e” y en el fragmento del Poema del Mio Cid se observa la rima asonántica “ó e”. El hemistiquio en el Poema del Mio Cid está marcada gráficamente, mientras que el del cantar de gesta de Los infantes de Lara es marcada únicamente por comas o incluso solo se puede intuir leyendo en voz alta.
Hay que aclarar la diferencia entre uno y otro, Los Infantes de Lara por su periodo, su temática y su extensión es un Cantar de Gesta, mientras que por su mayor extensión, temática interna (la deshonra pública y privada del Cid, su venganza publica de su deshonra privada, etc.) además de su temática épica convierte al Cid en un Poema Épico.
Ángeles Cardona y Joaquín Rafael en su Estudio preliminar al Poema del Mio Cid nos habla de las características métricas de los poemas épicos y cantares de gesta.
Los 3730 versos de que consta el Cantar del Mio Cid oscilan entre 10 y 20 sílabas. Los más abundantes son los de 14, 15 y los de 13. Estos versos se subdividen rítmicamente en dos mitades o hemistiquios. Cada hemistiquio pose un numero de 6, 7 u 8 sílabas y se combinan, pues, en renglones de 7+7, 7+8 y 6+7.
Tanto en el Poema del Mio Cid como en cualquiera de las gestas mencionadas, no podemos hablar de la existencia de una verdadera estrofa. Se trata de largas tiradas, fácilmente agrupables por las distintas asonancias que en ellas se suceden.[11]
Dos caracterizas fundamentales que diferencian al Cid con Los infantes de Lara, es el hecho de que el primero la caída en desgracia del héroe, no es una mujer, sino que son los vituperios de un enemigo ante su Señor el rey, mientras que en los Infantes de Lara la desgracia le cae a cauda de la tía de los siete infantes; esto demuestra la evolución del cantar de gesta con tintes germánicos al estilo más español, la longitud y la anexión de una deshonra privada y su solución para llevarla al orden publico lleva al Cid a la máxima evolución de un Poema Épico meramente español, aunque con características claramente germanas, tal cual la apariencia del Ruy Días es un gran rezago germano, un hombre con larga barba y cabellera capaz de levantar dos espadas en combate.
Conclusión
La épica es el medio en que uno puede conocer la forma de vida y pensar de un pueblo en sus origines, no en su orden diario, sino en su orden moral pues exalta los valores más trascendentes para esa sociedad, valores que incluso hoy se pueden encontrar en la misma.
De igual forma en la épica se pueden encontrar rezagos de hechos verídicos que impactaron de gran manera a la colectividad que vieron la necesidad de perpetuarlos y crear una identidad en ellos.
El máximo ejemplo en nuestra cultura el Ruy Días, pues aun después de siglos de su existencia real y su creación literaria por medio de un cantar de gesta se sigue estudiando y degustando tanto por estudiosos como por personas ajenas al estudio literario.
Así pues en la épica podemos encontrarnos nosotros mismos como se encontraron así mismos nuestros abuelos y sus abuelos antes que ellos.


Bibliografía
Anónimo Poema del Mio Cid. Cardona de Gilbert, Ángeles y Fontanals Joaquín Rafael (comentarios y estudio preliminar). 9 edición, Barcelona, España: Editorial Bruguera S.A. 1978
Alvar, Manuel. “ Cantar de los Infantes de Lara”, Cantares de Gesta Medievales. 1° edición. Distrito Federal, México. Editorial Porrua, “Sepan Cuantos”. 1969.
Cardona de Gilbert, Ángeles y Fontanals Joaquín Rafael. Estudio preliminar al Cantar del Mio Cid. 9° edición: Barcelona, 1978
De La Calleja, Miguel Ángel. Clase del martes 11 de septiembre del 2014. En. Literatura Medieval Española
López Estrada, Francisco. Introducción a la literatura medieval española. Cuarta Edición. Madrid, España: Editorial Gredos S.A. Enero 1979




[1] López Estrada, Francisco. Introducción a la literatura medieval española. Cuarta Edición. Madrid, España: Editorial Gredos S.A. Enero 1979 Pág. 327
[2] Ibídem Pág. 328
[3] Ibídem Pág. 329
[4] Ibídem Págs.342 y 343
[5] De La Calleja, Miguel Ángel. Clase del martes 11 de septiembre del 2014. En. Literatura Medieval Española
[6] Op. Cit. López Estrada, Francisco  Pág.327
[7] Op.Cit. López Estrada, Francisco Pag.329
[8] Op.Cit. López Estrada Francisco Pág.329
[9] Alvar, Manuel. “Cantar de los Infantes de Lara”, Cantares de Gesta Medievales. 1° edición. Distrito Federal, México. Editorial Porrúa, “Sepan Cuantos”. 1969. Pág. 31
[10] Anónimo Poema del Mio Cid. Cardona de Gilbert, Ángeles y Fontanals Joaquín Rafael (comentarios y estudio preliminar). 9 edición, Barcelona, España: Editorial Bruguera S.A. 1978 Pág. 38
[11] Cardona de Gilbert, Ángeles y Fontanals Joaquín Rafael. Estudio preliminar al Cantar del Mio Cid. 9° edición: Barcelona, 1978 Pág.12 

jueves, 22 de octubre de 2015

El cantar de Roldan

A modo de Introducción
El caballero germánico y el caballero románico comparten ciertas características[1] que a mi parecer son de gran importancia así que las cito a continuación:
Valentía, fuerza física, fuerza espiritual, ayuda de lo sobrenatural y lo natural, Fe, comete un error, tiene redención, tiene liderazgo y por tanto la lealtad de sus hombres, es perseverante, es generoso, tiene sapiencia, la que a su vez se torna en sensatez[2] entre otras. Sin mencionar, por último, el hecho de que los héroes épicos siempre lloran.[3]
En este pequeño ensayo me centrare en tres hechos principales, la valentía insensata contra la sensatez, la lealtad de los hombres hacia Roldan y de Roldan al Rey (en parte porque Roldan tiene la característica de la generosidad) y el hecho de que Roldan llora como cualquier héroe épico
Valentía insensata de Roldan versus Sensatez de Oliveros.
El primer rasgo de la valentía insensata de Roldan se da en la tirada XVIII donde Roldan valiente aunque estúpidamente se ofrece a ir a Zaragoza a entrevistase con Marsil, el Rey Sarraceno, aunque esta propuesta es declinada por Carlo Magno. Es en la tirada XLI donde se da cuenta de esta valentía y se hace la comparación de la misma con la valentía de su compañero Oliveros por cuenta de su padrastro, el traidor Ganelón, donde dice[4]:
-¡Jamás –dice Ganelón-, en tanto viva su sobrino! Nadie tan valeroso como Roldan bajo el manto del cielo. Es tan valiente como su compañero Oliveros…
Esta valentía que enaltece Ganelón es aprovechada maliciosamente para traicionar a Roldan
Ganelón conspirando con el comandante moro
en la tirada LVIII para traicionarlo al ofrecerlo para la retaguardia pues sabrá que no clamara por ayuda, tal cual sucede en la tirada LXXXIII cuando decide embestir contra los moros a pesar de las suplicas de Oliveros, que se extienden hasta la tirada LXXXV y el hecho de ser cientos de miles contra veinte mil franceses que lleva Roldan.
En la tirada LXXXVII se hace una segunda comparación entre Roldan y Oliveros
              Roldan es bravo y Oliveros es prudente. Ambos son de prodigioso valor. Una vez a caballo, y en armas, jamás por miedo a la muerte esquivaran una batalla.[5]
De la tirada CXXIX a la tirada CXXXI el valor de Roldan flaquea e intenta justificarse con Oliveros para hacer sonar el Olifante para clamar por ayuda a Carlo Magno, sin embargo, tal vez por orgullo o castigo a su amigo Olivares se niega y le recrimina no haberlo hecho cuando era prudente y le dice cobarde de la siguiente manera[6]:
-Compañero –responde Oliveros-, vuestra es la falta, porque valor sensato y locura son dos cosas, y es mejor mesura que jactancia.

Si murieron nuestros franceses, fue por vuestra
ligereza. Jamás podremos servir a Carlos. Si me hubieses creído, mi señor hubiera vuelto, y hubiéramos ganado esta batalla…
         Mas estos pasajes pueden ser muestra de la madurez que obtiene Roldan al ver a sus compañeros caídos y la sapiencia que obtiene de tal dolor.
La lealtad de los hombres hacia Roldan y de Roldan al Rey (en parte porque Roldan tiene la característica de la generosidad)
En la tirada XXX se muestra la lealtad delos hombres de Roldan gracias a la generosidad de Roldan
-Con los francos –responde Ganelón-, tanto le quieren, que nunca le han de faltar. Él les da profusamente oro y plata, mulos y corceles, mantos de seda  armaduras. Al mismo emperador le ofrece todo lo que quiere…[7]
En la tirada LXIV se dan más ejemplos de la lealtad de los hombres de Roldan, al ofrecerse sin más a acompañarlo a la reta guardia, al igual que en la tirada LXXX se da gala de la lealtad que le tiene Carlo Magno cuando todos claman en contra del Rey pero el da su apoyo total al mismo.
El último acto de lealtad hacia Roldan por parte de los hombres que lo acompañan lo hace el arzobispo que se queda a su lado y muere tratando de llevarle agua a Roldan, al igual que la oración de Oliveros hace por Roldan en la tirada 150.
El llanto de Roldan
Por último tratare brevemente el hecho de que Roldan llora en varias ocasiones, y como mencione es una característica de un héroe Épico.
El primer llanto que tiene el cantar es en la tirada CXL donde se le caracteriza al llanto como el de “gentil caballero”
Roldan escrudiña los montes y landas, ve derivados y muertos a muchos de los de Francia y los llora, como gentil caballero.[8]
En la tirada CL Roldan llora y plañe por la muerte de Oliveros, su compañero. Al igual que llora en la tirada CLXIV cuando llora de nuevo por Olivares y sus Pares.
Conclusiones
Es por estas y otras razones que no pude mecionar; como el hecho de la espada sobrenatural con reliquias, que Roldan es un gran ejemplo de un caballero Románico, mas no de un caballero Cortez pues no tiene una damisela que amar y a la que clamar.
Bibliografía
1.      Anónimo. El Cantar de Roldan. Francisque Michel (trad.) primera edición. D.F. México, 1974
2.      De La Calleja, Miguel Ángel. En. Literatura Medieval Española
3.      López Márquez, Carlos A.. En Literatura Medieval Europea.




[1] López Márquez, Carlos A.. Clase del Martes 26 de Agosto del 2014. En Literatura Medieval Europea.
[2] De La Calleja, Miguel Ángel. Clase del Martes 9 de Septiembre del 2014. En. Literatura Medieval Española
[3] De La Calleja, Miguel Ángel. Clase del Martes 9 de Septiembre del 2014. En. Literatura Medieval Española
[4] Anónimo. El Cantar de Roldan. Francisque Michel (trad.) primera edición. D.F. México, 1974, 21 pag,
[5] Anónimo. El Cantar de Roldan. Francisque Michel (trad.) primera edición. D.F. México, 1974, 35 pag,
[6] Anónimo. El Cantar de Roldan. Francisque Michel (trad.) primera edición. D.F. México, 1974, 47 pag.
[7] Anónimo. El Cantar de Roldan. Francisque Michel (trad.) primera edición. D.F. México, 1974, 17 pag
[8] Anónimo. El Cantar de Roldan. Francisque Michel (trad.) primera edición. D.F. México, 1974, 50 pag